Nuestra presencia en el mundo online deja una serie de huellas que conforman lo que somos en Internet. Así como nosotros, el hecho de que nuestras marcas estén en el mundo digital también crea lo que llamamos identidad digital, que no es otra cosa que el conjunto de información que colocamos sobre ellas en Internet; básicamente, es lo que proyectamos. Estamos hablando de datos personales, imágenes, registros, comentarios, noticias.
En la imagen digital hay dos verbos que son claves: proyectar, lo que se quiere que los demás vean, y percibir, cómo nos visualiza ese público al que nos dirigimos.
¿Qué elementos la conforman?
- Perfiles en todas y cada una de las redes sociales.
- Perfiles en comparadores y lectores rss.
- Comentarios que se realicen en blogs u otros espacios digitales.
- Imágenes e infografías.
- Vídeos en los que esté presente.
- Colocación de la dirección física, correos electrónicos y contactos.
- Documentos que publiquemos y que hablen de lo que la imagen es, quiere ser y proyecta.
¿Cómo la construimos?
A partir de la definición de los siguientes elementos:
- ¿Qué queremos proyectar de la marca?
- ¿Qué tipo de mensajes debemos desarrollar?
- ¿A través de qué medios se difundirán los mensajes?
- ¿Cómo proyectarla a través de la interacción con otros que se traduce en mensajes adicionales?
Un detalle muy importante es que la imagen digital la creamos en función de una estrategia predeterminada; está y debe estar bajo nuestro control. Debe ser muy parecida a la que la marca tiene en el ámbito real para evitar crear confusiones que terminen afectándola.
¿Qué debemos considerar para gestionar de forma eficaz la identidad digital de una marca?
Establecer unos objetivos claros y concretos a alcanzar (ese qué queremos proyectar).
- Saber que es necesario compartir información para generar interacción.
- Ser conscientes de que todo lo que se publica en Internet queda allí, lo bueno y lo malo, como una especie de memoria colectiva; por lo que hay que ser responsables y dejar claro qué queremos decir.
- Hay que entender la tecnología y utilizarla en función de nuestra estrategia y nuestros objetivos.
- Es clave actuar con ética y con responsabilidad.
- Hablar bien, lo que implica decir cosas buenas, inteligentes, que aporten y usar de forma correcta el lenguaje.
Si es una marca de servicio, prestar asistencia a quien lo necesite; no solo ganas confianza sino que proyectarás compromiso, entrega y respeto que, al final, son valores que todos aprecian.